La elitización del turismo en el Cusco hace que escenas de discriminación como las que se describen a continuación sean cada vez más frecuentes, irónicamente son los que probablemente sean herederos más directos de los que construyeron esa maravilla mundial que es Machupicchu los mas suceptibles de sufrir discriminación.
Cuando se mira un legado histórico simplemente como un botín a ser explotado, sin tener programas que faciliten y refuerzen la identidad cultural de un pueblo y que faciliten el acceso de todos los habitantes de una región a este legado, se dan estas situaciones. Es por eso urgente no solo que la gente tome consciencia de que la discriminación no esta bien, sino que exista instancias adecuadas donde hacer las denuncias, pues la discriminación no es solo una cuestión de atención al cliente sino una cuestión de derechos básicos de los peruanos.
Caso 1: La dueña la miró despectivamente y le dijo “no recibo esas monedas, los turistas aquí no quieren recibir ese sencillo”, y se entró. La niña se quedó atónita y triste, su dinero al parecer no servía; el colaborador que alcanzó a escuchar esta respuesta le dio a la niña otra moneda, esta corrió y le pidió a la dueña que le venda el helado, y la dueña que ya estaba dentro le dijo “no te voy a atender”. El colaborador, que observaba la escena, al escuchar esto le dijo “¿porque no le va a atender?” le respondió “porque no me da la gana y retírense que me están perjudicando la clientela”. El colaborador pidió a los niños que se retiren, e ingresó a la tienda a llamar la atención a la dueña por su despectivo trato para con la niña y su acto peyorativo hacia una niña pobre. La dueña reaccionó de manera agresiva pues no entendía estos temas y se burlaba cada vez más del ánimo afectado del voluntario, quien nos comunicó este hecho.
Caso 2: Sin embargo, al parecer la presencia de nuestros niños sentados en el paradero incomodaba a un funcionario de CONSETTUR, quien llamó la atención de los controladores de la empresa diciéndoles: “¿Qué espera esta gente aquí sentada?, dan mala imagen, esto es para los turistas que se van a embarcar, deben ya retirarse”
Caso 3: Cerca a Urubamba, fuimos detenidos por dos patrulleros de carreteras, quienes al pedir papeles al chofer, pidieron además explicaciones sobre los niños. Suponiendo que se refería a autorizaciones de los padres, comenzábamos a explicar acerca de nuestra labor, cuando otro policía interrumpió y dijo:
-El problema es que este carro es de turismo y ustedes no pueden viajar en este carro, tienen que irse en otro carro, pues en caso de accidentes, el SOAT no les cubriría, es sólo para turistas, no para ustedes.
– Oiga usted. Nosotros también estamos haciendo turismo.
– ¿Así? – se burla el policía-, ¿Y de dónde son?
– ¡Pues somos cuzqueños y tenemos derecho de hacer turismo local! ¿Quién dice que los turistas deben ser solo extranjeros? Según usted, ¿En qué carro deberíamos viajar?”
– En los buses interprovinciales, pues-responde el policía-.
– Pero, ¿no se da cuenta? ¡Esto es discriminación! Tenemos el derecho de viajar en lo que deseamos y queremos que nuestros niños viajen cómodos, estamos haciendo turismo local, turistas no son solo los extranjeros, ¿Qué quieren, que nos bajemos? Por favor infórmense bien y ya bastante nos han retrasado. Nos esperan los padres de los niños.
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